Hoy os vamos a hablar de uno de los elementos más importantes en el mundo de la costura, las agujas, y más en concreto de las que se utilizan en la máquina de coser.
El origen de las agujas tradicionales se remonta a la prehistoria cuando nuestros antepasados construyeron útiles de roca o hueso. Pasaron siglos hasta que los árabes trajeron a Europa, procedente de China, las agujas que ya empezaron a hacerse de metal.
En sus inicios se fabricaron sin ojo y esto conllevaba que el hilo se ataba a uno de los extremos. Fue en 1825 cuando empezaron a incorporarse el ojo y, desde entonces, ha sufrido algunas modificaciones hasta nuestros días.
Podemos encontrar diferentes modelos de agujas para máquinas de coser en función de su grosor, la largura y su morfología. De esta manera podemos encontrar agujas de diferentes grosores numerados del 9 al 21, siendo el 9 el más fino con diferentes aplicaciones.
También existen agujas diferentes en función de la forma de sus puntas. Así podemos encontrar agujas de punta redonda, que se utilizan para el cosido de tejidos de punto. También hay agujas de Punta cortante, cuya punta es afilada.
Es importante que conozcas las características de tu máquina de coser respecto de la aguja con la que puede trabajar porque de ello depende una costura eficiente o defectuosa. Podría ser que se colocara una aguja corta que no llegara a formar la lazada correctamente.
También es necesario atender al estado de la aguja pues puede tener la punta desgastada o rota y producir daños en la tela.
En definitiva, conocer bien la aguja con la que estás trabajando en tu máquina de coser te permite realizar las labores de costura con mayor fiabilidad.
Si tienes cualquier problema, no dudes en preguntarnos.
